Ceremonial de entrada en Bijuesca en la Saca de la Virgen del Castillo

Pipipi pipipi pipipi. Suena el despertador. Son las 7 de la mañana de un 4 de junio de 2023.

Comienza un día alegre, emocionante, intenso. Un día que llevamos esperando 27 años desde aquel 16 de junio de 1996 en el que la Virgen del Castillo salió por última vez de su ermita en la vecina localidad de Bijuesca (Zaragoza).

Abro la ventana y no se ve nada. La niebla envuelve la cumbre de El Picuezo y cubre los campos ya amarillos a consecuencia de la vasta sequía que nos castiga sin piedad durante los dos últimos años.

Hoy, miles de personas queremos venerarla y gritarle ¡Viva! y ¡Guapa! en un acontecimiento único que se repite tan solo cada 25 años. Esta vez, una larga y dolorosa pandemia, la Covid-19 ha hecho que tengamos que esperar 2 años más, pero, por fin, ha llegado el gran día.

Ya está todo preparado, la cruz, el estandarte de San Millán y la Virgen de Malanca, la bandera, la pancarta, el ramo engalanado con cintas y flores de colores, la cesta de flores para la ofrenda de la misa, el autobús, la comida, el programa de actos, …

Y ahí parado frente a la ventana, me imagino lo que sentiría mi abuelo Demetrio, teniente de alcalde de Torrelapaja, aquel 7 de junio de 1946. Se vestiría para la ocasión con su mejor traje y se encaminaría presto y decidido con mi madre de la mano al camión-carroza de Orencio Llorente aparcado en la plaza. Probablemente, también salió desde allí el carro-carroza de Manuel Llorente que llevó ese mismo día a los mozos y mozas vestidos con trajes regionales.

Entonces, me preparo igualmente yo con la intención de guardar en mi memoria cada instante, cada sonido, cada imagen, pero, sobre todo, a cada persona que salude en este histórico día que ahora comienza.

¿Desde cuándo tiene lugar la Saca del Virgen del Castillo?

Según Ángel Marín, alcalde de Bijuesca, existe constancia de esta romería desde 1712, pero se cree que es incluso anterior a esa fecha. Podría remontarse a tiempos de las guerras entre Castilla y Aragón (1356-1367) entre Pedro I el Cruel de Castilla y Pedro IV el Ceremonioso de Aragón.

Hay fotos y documentos de las Sacas realizadas en los años 1996, 1971 y 1946, se sabe que hubo otra en 1896 y en los gozos que se cantan, se alude a la traslación de 1837.

Como dato anecdótico, parece haber un mal fario en los años terminados en 21, pues igual que en 2021 hubo una pandemia, en 1921 tampoco pudo celebrarse por la Gripe Española, que mató a más de 40 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1920.

¿Cuál es el origen de la Saca de la Virgen del Castillo?

Una terrible sequía azotó la comarca de Bijuesca y todos los pueblos limítrofes se unieron y prestaron su apoyo y ayuda en Concordia para superar esta difícil situación. Para lograr su objetivo sacaron en procesión a la Santísima Virgen del Castillo pidiendo que lloviera.

Hoy, como antaño, vuelve a salir para enviar el agua que llenará nuestros manantiales, nuestros pantanos, nuestros ríos, … Eso sí, le pedimos que, al menos durante una jornada, nos dé una tregua y cesen las tormentas de los últimos días.

¿En qué consiste el ceremonial de la Saca de la Virgen del Castillo?

Es algo digno de ser contado, escrito y recordado, pues sigue un estricto y ancestral protocolo, claro ejemplo de conservación de costumbres y tradiciones antiguas.

El párroco y alcalde de Bijuesca convocan a las autoridades de los municipios limítrofes que, junto con el anfitrión, componen la Concordia: Reznos, Carabantes, La Alameda y Deza (provincia de Soria) y Torrelapaja, Berdejo, Torrijo de la Cañada, Malanquilla y Clarés (provincia de Zaragoza).

Es necesaria la aprobación del Sr. Obispo de Tarazona para sacar a la Virgen de su ermita y se dice que, si alguien se atreve a sacarla sin dicho permiso y la no concurrencia de los pueblos de la Concordia, morirá en ese año.

Reznos es el primero en llegar y entrar en Bijuesca. El orden está estipulado desde tiempos inmemoriales y se corresponde con la aportación que cada cual hizo en aquella desgracia pasada.

Se saludan las cruces procesionales de ambas localidades con una ligera inclinación en señal de respeto. Lo mismo se hace con estandartes, banderas y pendones. Los curas presentan a las autoridades de su pueblo y todos se funden en un caluroso abrazo. Se nota la amistad y cercanía. Al fin y al cabo, todos se conocen y viven los mismos problemas a consecuencia de la despoblación.

Los presbíteros de Reznos y Bijuesca se intercambian las capas pluviales y los regidores las varas de mando. Se produce en este momento un traspaso de autoridad de Bijuesca a Reznos para el resto del día.

Los vecinos de Bijuesca cantan dando la bienvenida y alabando a los de Reznos, que contestan también cantando. Cada pueblo lleva además un ramo de roscones y/o velas que serán subastados por la tarde para contribuir a sufragar los gastos de la fiesta.

Cada 20 minutos de repite el mismo ceremonial de entrada con cada uno de los 8 pueblos restantes de la Concordia, recibidos por Reznos y Bijuesca: saludo de insignias, autoridades eclesiásticas y civiles, cantos de solicitud y permiso de entrada en la localidad entre vítores y vivas. Es realmente emocionante.

He de decir que, a pesar de la intención, resulta difícil cantar al observar la escena. Algo en la garganta impide que salga la voz. Hombres, mujeres y niños de pueblos vecinos de la Raya Castellano-Aragonesa unidos en una piña para honrar a la Virgen del Castillo.

Es un día de hermandad, convivencia, fiesta y buenos deseos en el que todo el mundo está alegre. Un día de reencuentros, risas y abrazos a familiares y amigos de otros municipios.

Un día singular en el que gritar bien fuerte: ¡Viva la Virgen del Castillo!